PROCEDIMIENTOS

Cirugía de Mama

Las mujeres que vienen buscando una cirugía mamaria, en cualquiera de sus variantes, están buscando restaurar una armonía entre sus mamas, el tórax y el resto del cuerpo. Para poder lograr esto se puede proceder a la colocación de implantes, a levantar una mama caída, por ejemplo por lactancia, a levantar una mama caída y además aumentar su volumen con el agregado de un implante, o a reducir su volumen si son mamas muy grandes y pesadas. Vamos a repasar una por una estas opciones explicando los aspectos mas importantes de las mismas.

 

1: Aumento mamario con implantes


El aumento de mamas es el procedimiento de cirugía estética mas frecuente, aquí en Argentina y en el mundo, siendo un procedimiento que puede dar a la mujer una silueta más proporcional y puede mejorar la autoestima. Antes de elegir la técnica a utilizar examinamos las mamas y se debe tener en cuenta factores tales como el tamaño y la forma, la calidad de su piel y la localización de los pezones y areolas (la piel pigmentada que rodea los pezones). Si las mamas están caídas, en general se recomienda realizar un levantamiento o “mastopexia” al mismo tiempo con el aumento. Tenemos que tener en cuenta que el embarazo puede alterar el tamaño y forma de la mama de manera impredecible y esto puede afectar a los resultados a largo plazo de su aumento mamario. No hay evidencia de que los implantes mamarios afecten el embarazo o su capacidad para amamantar. Muchas veces me preguntan si conviene operarse las mamas antes o después de tener hijos. Y la realidad es que eso únicamente depende del plan personal de cada paciente. Es decir, si la mujer va a buscar quedar embarazada unos meses después de operarse, la realidad es que le conviene esperar, porque sino va a pasar muy poco tiempo desde que se opera hasta que comienza con los cambios del embarazo (no es que pase nada malo en este caso, pero la verdad es que no va a poder disfrutar de haberse operado y probablemente su resultado cambie luego de la lactancia). Si en cambio, la paciente va a buscar tener familia unos años después de operarse, les recomiendo que en general se operen, disfruten de su cirugía y luego, si hace falta después de la lactancia realizar los ajustes necesarios.

La cirugía del aumento mamario se realiza generalmente en forma ambulatoria, es decir, la paciente se opera y se va a su casa en el mismo día, con una recuperación rápida, gracias a las últimas técnicas quirúrgicas y de anestesia que utilizamos, con mínimo dolor o disconfort. Durante el post operatorio deberá utilizar un corpiño tipo deportivo durante 1 mes. A menudo es posible regresar a trabajar dentro de unos pocos días o una semana, dependiendo del tipo de actividades que se requiera en el trabajo.

¿Todos los implantes son iguales?

No, definitivamente no. Hay distintos tipos de implantes, de acuerdo al relleno que tengan en su interior, (de solución salina o de silicona cohesiva), de acuerdo a su envoltura (lisos o texturados), de acuerdo a su forma (redondos o anatómicos). Yo personalmente uso generalmente implantes de silicona, texturizados. Utilizo muchos implantes anatómicos, en determinados casos, ya que proporcionan un resultado más natural que los implantes redondos. Esto no significa que no pueda obtenerse un excelente resultado utilizando implantes redondos, pero los implantes anatómicos, debido a su forma, se parecen más a la mama que los redondos.

¿Adelante o atrás del musculo?

Esta es otra pregunta que me hacen constantemente toda aquella paciente que consulta por un aumento mamario. La realidad es que el musculo sirve para cubrir el implante, para disimularlo más, entonces, si la paciente es muy delgada, con muy poco tejido mamario, la realidad es que lo colocaremos debajo del musculo. Si, al contrario, la mama tiene buen volumen para poder ocultar el implante, no es necesario en este caso cortar el musculo y colocarlo por debajo del mismo. ¿Cuál es la ventaja si lo colocamos por delante en vez de por detrás? La recuperación es más rápida, ya que hay aún menos dolor y molestias. Es un mito que todos los implantes haya que colocarlos detrás del músculo, y es un mito que un implante interfiera con estudios por imágenes mamarios. Se puede realizar sin ningún inconveniente ecografías, mamografías y resonancias sin ningún problema. Eso sí, el técnico que realice el estudio debe saber que la paciente tiene implantes, ya que hay que ajustar algunos parámetros en el estudio, pero se puede realizar perfectamente bien.

imagen descriptiva de implantes

¿Por dónde conviene colocar el implante, por la areola, el surco de la mama o la axila?

Otra pregunta muy común es sobre la localización de las incisiones. La primera realidad que las pacientes deben comprender es que cualquiera sea la vía de colocación, todas las incisiones dejan una cicatriz, que puede ser mejor o peor dependiendo de muchos factores, pero todas, si uno sabe dónde, se pueden ver. Yo personalmente, siguiendo la bibliografía mundial sobre el tema, prefiero colocar los implantes siempre que sea posible por la vía inframamaria, es decir, con la incisión en el pliegue de la mama, y no en la areola. La justificación es que al hacer la incisión en la areola debemos cortar todo el tejido mamario hasta llegar al lugar donde pondremos el implante, y de esa manera tenemos más chances de contaminarlo con el contenido de la glándula mamaria (gérmenes que están en contacto con el exterior a través del pezón) y está escrito en toda la bibliografía que de esta manera tenemos más riesgo de infección y encapsulamiento. Eso sí, hay ocasiones donde no nos queda otra más que realizar el corte por la areola, como en el caso de ciertas malformaciones de la mama (mamas tuberosas), o en los casos donde también además tenemos que realizar un levantamiento mamario. En estos casos, todas las opciones son habladas con las pacientes para que, juntos, podamos elegir la más conveniente.

Me dijeron que los implantes duran toda la vida. ¿Es así?

Lamentablemente no. Los implantes NO son para toda la vida. Sin embargo, no hace falta cambiarlos periódicamente como se hacía décadas atrás, cuando se decía que había que cambiarlos cada 10 años. Actualmente hay que controlarlos anualmente, y hasta que no haya signos de encapsulamiento o de rotura, o que la paciente por cuestiones propias quiera modificar el volumen, no hace falta cambiarlos.

¿Hay complicaciones?

Cualquier cirugía tiene complicaciones. Las complicaciones en cirugía estética en general son poco frecuentes. Al hablar de los implantes de mama, la complicación más frecuente es el hematoma, el cual en general se da los primeros días luego de la cirugía. En estos casos a veces hace falta realizar el drenaje del mismo en quirófano, otras veces no. Otro riesgo, por suerte mucho menos frecuente es la infección. En estos casos, las infecciones son locales, es decir, no afectan “la salud” pero a veces, dependiendo del caso, nos obligan a retirar el implante y colocar uno nuevo, meses después. Es sin duda, una de las complicaciones más difíciles de afrontar por parte de las pacientes porque sienten una especie de “duelo” al tener que retirarse los implantes. Es muy importante la contención y la confianza con el cirujano para poder superar esta complicación juntos. Dentro de las complicaciones alejadas, la más frecuente es el encapsulamiento. Cuando se inserta un implante de mama, una cicatriz en forma de capsula se forma alrededor de él como parte del proceso de curación natural. La cápsula puede a veces apretar y comprimir el implante, haciendo que la mama se sienta más dura de lo normal. Esto se denomina contractura capsular o “encapsulamiento”, que puede tener diversos grados. Si es grave, puede causar molestias o cambios en la apariencia de la mama. En tales casos, se puede necesitar otra cirugía para modificar o eliminar el tejido cicatrizal, o tal vez eliminar o reemplazar el implante. En nuestra casuística personal, tenemos menos de un 5% de encapsulamiento y menos del 1% de infecciones.

Recordá siempre consultar con un especialista en Cirugía Plástica y Reparadora. El Dr. Parellada es especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, especialista en Cirugía General, Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Miembro titular de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, Miembro de la Sociedad Marplatense de Cirugía Plástica y miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía.

2: Mastopexia o levantamiento mamario


¿Por qué se caen las mamas?

La mujer que consulta por un levantamiento mamario (mastopexia) es, en general, una mujer que ha amamantado, o una mujer que ha tenido subidas y bajadas de peso importantes. Tanto en el embarazo y lactancia, como cuando uno sube de peso, aumenta el tamaño de las mamas, ya sea por aumento del tamaño de la glándula como en el embarazo, o por aumento del tejido graso, como en el caso de la suba de peso. Al aumentar el volumen de la mama, por cualquiera de estas situaciones, la piel se estira, y muchas veces, cuando estas condiciones se revierten, es decir, cuando finaliza la lactancia o cuando se baja el exceso de peso, la piel permanece estirada, dando el aspecto de mamas vacías y caídas. Es decir, hay un disbalance entre “continente” y “contenido”.

¿Conviene colocar o no un implante para hacer un levantamiento?

En la mastopexia, lo que uno intenta es acomodar la piel sobrante al volumen mamario. Uno puede decidir aumentar el volumen, si es lo que la paciente desea, colocando un implante mamario. Eso sí, uno tiene que tener en cuenta que, si la piel se ha estirado, ya sea por aumento de peso o por lactancia, es probable que, al colocar un implante, la piel vuelva a estirarse (el implante pesa), es por esto, que es muy importante en estos casos, recomendar siempre que los implantes deben ser de tamaño acorde. Cuanto más grande el implante, mayor peso tiene, por lo tanto, más se va a estirar la piel en consecuencia. Es un concepto muy importante el saber que el implante por sí solo no levanta la mama, solo aumenta su volumen, y por lo tanto, su peso, lo que acentúa más la caída, si uno no trata el exceso de piel.

¿Qué cicatrices quedan en una mastopexia?

Las cicatrices que quedan van a depender del grado de levantamiento que haya que hacer. Es decir, a más levantamiento, más cicatrices. La menor cicatriz posible es alrededor de la areola completa. Y la mayor cicatriz posible es la cicatriz en “T invertida”, igual que en una reducción mamaria.

¿Qué complicaciones hay en una mastopexia?

Las complicaciones de una mastopexia son las complicaciones generales de una cirugía. Así mismo, puede haber cicatrización anormal, formación de cicatrices queloides, etc, que requieren muchas veces de tratamiento. Si la mastopexia se realiza con implantes, también hay que asociar la posibilidad de las complicaciones propias de los implantes que ya se explicaron al hablar de aumento mamario.

Recordá siempre consultar con un especialista en Cirugía Plástica y Reparadora. El Dr. Parellada es especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, especialista en Cirugía General, Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Miembro titular de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, Miembro de la Sociedad Marplatense de Cirugía Plástica y miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía.

3: Reducción Mamaria


¿En qué casos puede ser necesario achicar el busto?

Las mujeres que consultan para una reducción mamaria generalmente son mujeres que tienen problemas derivados del exceso de peso de las mamas. Los problemas más frecuentes que pueden darse por esto son dolores en el cuello y espalda, sensación de peso en el torax, infecciones en los pliegues de la mama, irritación, en algunos casos con mal olor, y por supuesto, en muchos casos, vergüenza o incomodidad. Otras mujeres, simplemente consultan para achicar busto porque consideran tener demasiado volumen para su contextura, es decir, solamente por una cuestión estética.

¿Es una cirugía dolorosa?

La verdad que no, las pacientes que se someten a una reducción mamaria no suelen quejarse de dolor. Es normal sentir algunas molestias, pero totalmente manejable con analgésicos comunes.

¿Cuánto se puede achicar el busto?

La realidad es que eso, al igual que con las prótesis mamarias, es algo que se habla entre el cirujano y la paciente. Algunas mujeres prefieren achicar poco y reposicionarlo adecuadamente (recordemos que por el exceso de peso es muy común que las mamas grandes estén también caídas). Otras mujeres prefieren achicar mucho volumen y quedar con el menor volumen mamario posible. Es una cuestión de preferencias y es algo que hay que hablar con el cirujano.

¿Por qué se caen las mamas?

La mujer que consulta por un levantamiento mamario (mastopexia) es, en general, una mujer que ha amamantado, o una mujer que ha tenido subidas y bajadas de peso importantes. Tanto en el embarazo y lactancia, como cuando uno sube de peso, aumenta el tamaño de las mamas, ya sea por aumento del tamaño de la glándula como en el embarazo, o por aumento del tejido graso, como en el caso de la suba de peso. Al aumentar el volumen de la mama, por cualquiera de estas situaciones, la piel se estira, y muchas veces, cuando estas condiciones se revierten, es decir, cuando finaliza la lactancia o cuando se baja el exceso de peso, la piel permanece estirada, dando el aspecto de mamas vacías y caídas. Es decir, hay un disbalance entre “continente” y “contenido”.

Imagen descriptiva de la cirugía

¿Cómo se achica la mama?

La cirugía de reducción mamaria busca resecar el excedente de tejido mamario, el excedente de grasa y de piel, para lograr un busto más pequeño, más liviano y más firme. Además, se achica el tamaño de la areola, que en la gran mayoría de las pacientes se encuentra agrandado como consecuencia del estiramiento cutáneo.

Recordá siempre consultar con un especialista en Cirugía Plástica y Reparadora. El Dr. Parellada es especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, especialista en Cirugía General, Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Miembro titular de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, Miembro de la Sociedad Marplatense de Cirugía Plástica y miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía.

 

4: Reconstrucción mamaria


No hay situación más traumática para una mujer que cuando se le debe resecar la mama por un cáncer. Lamentablemente, a pesar de los grandes avances que hubo en el diagnóstico precoz y en el tratamiento, tanto quirúrgico como adyuvante, todavía hoy sigue siendo necesario, en determinados casos, recurrir a la mastectomía como forma de tratamiento, es decir, quitar toda la mama. La única analogía que se puede hacer con esto es pensar en una mutilación. Es un momento muy difícil para la paciente, porque, mas allá de la enfermedad, la secuela que deja es muy importante, física y psíquicamente. Cuando planeamos una reconstrucción mamaria, lo mejor que puede suceder es que la reconstrucción se planee desde antes de la cirugía oncológica. ¿Qué significa esto? Significa que cuando se recibe el diagnóstico de cáncer de mama, y cuando se programó la cirugía respectiva, es ideal que la paciente consulte desde ese momento con el cirujano plástico, ya que entonces podrá tener desde el comienzo un panorama de que procedimientos se podrán realizar, y saber que ya estamos pensando en alivianar su secuela física. Si uno habla con todas las pacientes que tuvieron que pasar por una mastectomía, no es frecuente encontrar una mujer que “no le importe” su secuela, que no use prótesis externa en su corpiño, ni que no se sienta “acomplejada” con su pareja. Entonces, ¿qué mejor que desde el primer momento poder decirle a la mujer que ya desde el principio estamos pensando en cómo alivianar ese problema? Es más, en muchos casos se puede colocar un expansor mamario en el mismo momento de la cirugía oncológica. Esto nos ahorra un paso, una entrada a quirófano, una anestesia, y ya la paciente puede sentir que su reconstrucción ha comenzado. No hay problema si después es necesario realizar radioterapia, o quimioterapia. El expansor colocado no lo contraindica y como dije antes, tiene gran efecto psicológico sobre la paciente.

¿Todas las reconstrucciones son con implantes?

No, no todas. Hoy en día la gran mayoría son con prótesis. Este tipo de reconstrucciones llevan varios tiempos quirúrgicos. Primero la colocación del expansor, es decir una especie de globo que se va inflando con líquido y va estirando paulatinamente la piel para poder alojar en unos meses un implante. Luego se quita ese expansor y se coloca la prótesis definitiva. Es muy común que en este momento se realice algún procedimiento en la mama sana para poder hacerlas más parecidas a ambas entre sí (levantarla, achicarla, aumentarla con un implante, etc). Luego, finalmente, se realiza la reconstrucción del pezón y el tatuaje de la areola. Sin embargo, en algunas ocasiones no se puede utilizar implantes, como por ejemplo cuando hay gran daño en la piel como consecuencia de la radiación (hoy en día muy poco frecuente debido a los avances en radioterapia). En estos casos se realiza la reconstrucción con tejidos propios de la paciente, lo que se conoce como colgajos. Estos colgajos suelen ser derivados de la espalda o del abdomen. Son cirugías de mayor complejidad, y de recuperación más lenta, pero hoy en día siguen siendo utilizadas en determinados casos. Hoy también contamos con la lipotransferencia, es decir, tomar grasa por liposucción y colocarla en la zona donde falta tejido, usándola como un relleno propio. Esto se utiliza más comúnmente en casos de reconstrucciones parciales, donde hay que llenar un hueco más que reconstruir toda una mama.

Recordá siempre consultar con un especialista en Cirugía Plástica y Reparadora. El Dr. Parellada es especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, especialista en Cirugía General, Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Miembro titular de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, Miembro de la Sociedad Marplatense de Cirugía Plástica y miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía.

TÉCNICAS DISPONIBLES


Reconstrucción con Implantes:


Reconstrucción con Expansor e implante.

Reconstrucción con colgajos:


Reconstrucción con colgajo TRAM

Reconstrucción con colgajo de dorsal ancho

Reconstrucción con grasa propia:

Reconstrucción del Pezón y la areola:

5: Cirugía de la Ginecomastia


¿Qué es la ginecomastia?

La ginecomastia es cuando la mama es demasiado prominente, es decir, cuando el varón se queja de mamas grandes. La ginecomastia puede tener diversas causas, obesidad, hormonal, abuso de sustancias anabólicas, etc. Es por esto que antes de cualquier procedimiento quirúrgico es importante estudiar al paciente para tener un diagnóstico preciso.

¿Se opera la ginecomastia?

Sí, la ginecomastia se opera. Cuando hay aumento del tamaño de las mamas en el hombre, esto puede ser por aumento del tejido graso o del tejido glandular mamario, o lo que es muy común, de ambos. Se puede hacer una liposucción pectoral, una mastectomía parcial (quitar parte de la mama) o ambos, lo que es lo mas común a realizar.

Recordá siempre consultar con un especialista en Cirugía Plástica y Reparadora. El Dr. Parellada es especialista en Cirugía Plástica y Reparadora, especialista en Cirugía General, Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Miembro titular de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, Miembro de la Sociedad Marplatense de Cirugía Plástica y miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía.